El anuncio de la comisaria de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información europea, Viviane Reding, de que es partidaria de un sistema tarifario que podría llevar a los usuarios a pagar también por recibir llamadas ha levantado revuelo. Las asociaciones de consumidores temen que los ciudadanos sean los más perjudicados, la Comisión Europea argumenta que las tarifas bajarán y las compañías no dan pistas de cómo actuarán. ¿Es bueno o malo para los usuarios?

"En principio se trata de una medida para bajar las tarifas", explica Enric Colet, profesor del departamento de Sistemas de Información de Esade. "Podría ser que los operadores acabaran cargando costes al cliente, pero es difícil que pase", añade. Si se comparan con las de otros países de la UE, las tarifas de telefonía móvil en España son caras, por lo que "deben tender a la baja". "Es una idea que, en principio, no es peor que la que tenemos ahora", explica el profesor del IESE Josep Valor. "Las compañías podrían ofrecer tarifas planas reales de llamadas a sus usuarios", explica.

En la misma línea se pronuncia Manuel Cabañas, director de consultoría de PricewaterhouseCoopers: "Lo más razonable es que rechacemos llamadas desconocidas, que el tiempo de conversación disminuya y que otros sistemas, como los SMS, se potencien". "El nuevo modelo, con la contracción actual del consumo, puede perjudicar al cliente y crear confusión", advierte Luis Maldonado, socio de Accenture.

En cambio, "a medio plazo, el consumidor puede verse beneficiado porque se flexibilizarán las tarifas: precios más concretos según las horas y, sobre todo, tarifas planas".

En contra

Los consumidores se oponen a la propuesta de Reding. La UCE y Facua consideran que la iniciativa solo beneficiaría a las operadoras, que tendrían un concepto nuevo que tarificar, mientras que la Ceaccu, aunque recuerda que Bruselas ha dado "pasos importantes" para rebajar las tarifas, opina que la propuesta acabaría traduciéndose en un incremento del precio final.

Mientras, las compañías de telefonía españolas guardan relativo silencio, se mantienen a la espera. Solo Yoigo señaló que EEUU, donde se aplica el cobro por recibir llamadas, sufre un retraso en telefonía móvil de cinco años respecto a Europa precisamente por este motivo.