Aragón (gobernado por el PSOE y los regionalistas del PAR) y Murcia (PP) han creado este año tributos propios. En el caso aragonés se trata de gravámenes que recaen sobre las estaciones de esquí, las grandes superficies de venta y las instalaciones que emiten sustancias contaminantes. En Murcia se trata de un gravamen sobre el almacenamiento de residuos y otro para la emisión de humos y también se transforma en impuesto el canon por vertidos al mar. En Baleares (PP), el nuevo impuesto sobre los vehículos de alquiler no entrará en vigor hasta que se haya aprobado su reglamento.