La subida global en los precios de los alimentos ha hecho que Estados Unidos sufra la mayor inflación del sector en casi dos décadas y ha llevado a algunas grandes cadenas a restringir la venta de productos como el arroz. La decisión adoptada esta semana por Wal-Mart y Costco es la primera señal palpable del impacto del encarecimiento de los alimentos en EEUU. Wal-Mart, que aplicará un "racionamiento" en las 593 tiendas Sam's Club, de las que es necesario ser socio, limitará la venta de bolsas de nueve kilos de arroz blanco a cuatro por cliente y día, como respuesta, dijo, a las tendencias "de la oferta y la demanda".

La compañía no ha explicado si el inusual paso es fruto de una escasez de suministros o por la creciente acumulación de arroz por parte de sus clientes, entre ellos restaurantes, anticipándose a una continuada subida de los precios. Costco, otra cadena de venta en grandes cantidades con 534 tiendas en todo el mundo, ha limitado la venta de bolsas de arroz a dos por cliente en algunas de sus tiendas en EEUU. "No creo que sea un problema de escasez, sino un aumento de las compras por parte de consumidores que creen que sí la hay y temen que los precios sigan aumentando", dijo a Efe Joseph Glauber, economista jefe del Departamento de Agricultura estadounidense. David Coia, portavoz de la Federación de Arroceros de EEUU, afirmó también que no hay problemas de abastecimiento.

El Departamento de Agricultura calcula que la producción de arroz en EEUU alcance los 8,3 millones de toneladas este año, un nivel que se ha mantenido estable durante los últimos siete ejercicios. La producción arrocera estadounidense representa sólo entre el 1,5 y el 2 por ciento del total mundial, pero EEUU es el cuarto mayor exportador global, después de Tailandia, Vietnam y la India. La mitad de la producción se ha destinado tradicionalmente a la exportación, dado que el consumo doméstico no es suficientemente alto, pero si la demanda interna comienza a aumentar ese porcentaje podría reducirse y contribuir a agravar la actual crisis. Los expertos consideran que la raíz del problema del arroz es la creciente demanda en los países en desarrollo, así como las pobres cosechas en algunas naciones productoras, lo que ha encarecido los precios un 70 por ciento este año.

Hoy mismo, los precios del arroz en Tailandia, el principal exportador mundial, alcanzaron un récord de 1.000 dólares (634 euros al cambio de hoy) por tonelada, un dato que se registra tras las prohibiciones temporales de exportaciones impuestas por países como la India, Vietnam y Brasil. Esos y otros límites a las exportaciones de distintos productos han contribuido a distorsionar el mercado global de los alimentos. La subida en los precios del arroz, que se suma a una escalada del coste de los alimentos básicos, ahora un 48 por ciento más caros que a finales de 2006, promete agravar la inflación del sector en EEUU, que es ya la más alta desde 1990 al elevarse a un ritmo anual del 5 por ciento.

Glauber, economista del Departamento de Agricultura, dijo que confía en que las nuevas cosechas mundiales reduzcan la volatilidad y la inseguridad alimentaria que afrontan millones de personas y que han provocado protestas violentas en países como Egipto o Haití. Así, y pese a que los contratos de futuros del arroz marcaron el miércoles máximos en EEUU, los contratos sobre granos cayeron un 4 por ciento, el nivel más bajo de los últimos cinco meses, ante las previsiones de buenas cosechas en 2008. Las plantaciones evolucionan bien en Australia, un importante productor, gracias a las lluvias.Las autoridades de la India, por su parte, han dicho que no tendrán que importar granos este año gracias a las cosechas récord y las abultadas existencias. La agencia oficial china Xinhua informó recientemente de que las provincias productoras de trigo de Henan y Shandong esperan también que 2008 sea un buen año recolector.