El euro alcanzó ayer un nuevo máximo absoluto en los mercados de divisas, espoleado por los problemas que el sector bancario estadounidense arrastra por la crisis de las hipotecas de alto riesgo. El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio en 1,4547 dólares, igualmente una cotización récord desde que comenzó a circular, en 1999.

La evolución del cambio de la moneda europea se fundamenta en la ralentización de la economía de EEUU. En las actuales circunstancias, la Reserva Federal (Fed) podría tener que volver a actuar con una bajada de tipos de interés ante las evidencias de que la crisis de las subprime está lejos de haber terminado.

Los expertos consideran que el BCE mantendrá los tipos de interés en el 4% en su reunión de mañana, aunque no descartan que señale una subida a medio plazo. Ante esa perspectiva, el euro tiende a ganar terreno sobre un debilitado dólar.

Como el euro, la cotización del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, sigue imparable. Ayer marcó un nuevo máximo histórico al pagarse a 92,74 dólares, ante la expectativa de que Estados Unidos anuncie hoy una nueva caída en sus reservas de petróleo.