Los signos de recuperación de los mercados financieros que algunos banqueros y analistas creían percibir hace algo más de un mes han resultado ser meros espejismos. Los principales bancos centrales del mundo se vieron obligados ayer a impulsar de forma conjunta una nueva inyección excepcional de liquidez que salve al sistema financiero internacional de entrar en una crisis profunda.

Tres meses después de lanzar su primera acción coordinada, el grupo formado por el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal estadounidense (FED), y los bancos centrales de Inglaterra, Canadá y Suiza ha vuelto a actuar.

Los organismos supervisores explicaron que, desde la excepcional inyección conjunta de liquidez de diciembre, se han seguido consultando. "Continuaremos trabajando juntos y daremos los pasos apropiados para hacer frente a estas presiones de liquidez", aseguraron en un intento de transmitir calma al mercado. Las bolsas respondieron con subidas.

SUBASTA EN LA EUROZONA En concreto, el BCE va a inyectar entre las entidades de la zona euro hasta 15.000 millones de dólares, a devolver en 28 días y mediante una subasta que se celebrará el 25 de marzo y se liquidará el 27. El organismo busca así reforzar la liquidez en dólares de los bancos comerciales de la zona euro. El euro reaccionó con una importante bajada, que le situó en 1,53 dólares.

El otro gran propósito es dotar de mayor liquidez al sector financiero estadounidense. La Fed anunció que prestará hasta 200.000 millones de dólares en títulos del Tesoro mediante una nueva línea de crédito.