Ya no se puede decir que la construcción es la oveja negra de la crisis económica en España. Mucho peor le va a la industria. Los datos de la Contabilidad Nacional del segundo trimestre del 2009, que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), señalan que el producto interior bruto (PIB) anotó en la primavera una caída histórica del 4,2% en tasa anual (una décima más que el dato anticipado hace una semana), y que en 12 meses se perdieron 1.369.000 empleos equivalentes a tiempo completo. Se trata de un retroceso inédito en la serie histórica del PIB, de casi 40 años, con un fuerte impacto sobre la industria, cuya actividad ha caído el 18,1% en un año, tres veces más que la de la construcción (el 6%). Agricultura y servicios han caído el 1%.

Los datos del INE indican, además, que la depresión de la industria va para largo. En el segundo trimestre, la inversión en bienes de equipo retrocedió el 28,9% sobre el año anterior. En particular, la inversión en maquinaria bajó el 31,7% y la de material de transporte, el 22,2%.

La inversión en construcción decreció el 12% en el segundo trimestre, medio punto más que en el periodo anterior. La obra en infraestructuras, vinculada a los ayuntamientos (las obras del Plan E del Gobierno) y a la alta velocidad ferroviaria, creció el 1,2%. Ello sirvió para compensar parte de la caída de la inversión en vivienda, que se acentuó hasta el 25,5% "como consecuencia del cada vez más débil ritmo de iniciación de proyectos residenciales". La única luz para la industria llega del sector exterior. La exportación de bienes disminuyó en el segundo trimestre el 20% en tasa anual. Pero si se compara con el primer trimestre del año, el INE sorprendió ayer con la primera tasa positiva (del 1,5%), tras cuatro trimestres en rojo, debido a "la mejor evolución de la demanda nacional de los países a los que se destinan" las ventas españolas, sobre todo Alemania y Francia.

En conjunto, la demanda exterior ha compensado parte del desplome de la demanda nacional. Esta retrocedió el 7,3% (por efecto del menor consumo de las familias y de la inversión), pero el sector exterior aportó 3,1 puntos positivos. El consumo de los hogares acentuó su caída, hasta el 5,9%, por la pérdida de empleos, que ha hecho caer el 2,6% los ingresos totales de los asalariados. Eso, en términos globales, porque la remuneración por asalariado creció un 2,2%.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, valoró como "no positivos" los datos del INE, pero destacó que la caída intertrimestral de la economía se ha ralentizado (el 1,1%, frente al 1,9% del primer trimestre) y que el descenso anual es inferior al de otros países (el 4,2% español, frente al 4,6% de la eurozona o el 5,9% de Alemania). "Si bien nuestra economía atraviesa una crisis cuya profundidad no se puede minimizar, no es peor que en otros países del entorno", dijo Campa. A su juicio, los primeros indicadores del tercer trimestre hacen pensar que ya ha pasado "el punto álgido" del deterioro económico.

Campa confió en que el sector privado pueda tomar el relevo al sector público a partir del cuarto trimestre del 2009. Añadió que, a partir de los indicadores de confianza y la rebaja de los tipos de interés, "podemos esperar una mejora del consumo privado en próximos meses". Y confió en que la economía pueda recuperar tasas positivas de crecimiento trimestral "en el segundo trimestre del 2010", lo que significaría dejar la recesión.