Los cruceros por el Mediterráneo y el Caribe se han convertido en el producto estrella de las agencias de viajes para estas vacaciones, en una temporada marcada por la compra anticipada de paquetes turísticos con el objeto de obtener descuentos. Esta posibilidad, surgida de la necesidad que tienen los operadores de garantizarse un mínimo de plazas para evitar riesgos, ha permitido a muchos clientes ahorrarse hasta un 50% del precio del viaje. La rebaja puede llegar al 75% si se contrata un crucero con un año de antelación.

Las travesías a lo Vacaciones en el mar han seguido esta temporada causando furor entre los españoles. La moda de embarcarse en un crucero se inició hace cuatro años, pero ha sido este verano cuando el fenómeno ha adquirido tintes espectaculares. "Vamos a superar los 300.000 cruceristas, lo que supone una cifra astronómica", dice Jesús Martínez Millán, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Agencias de Viajes.

LA CLAVE El turismo de crucero lleva creciendo a un ritmo medio anual del 30%, lo que ha determinado que en el 2005 se contabilizasen 265.000 clientes. La Asociación Crucerista de España (ACE) estima que, a este ritmo, el país llegará dentro de tres años a los 700.000 viajeros.

La clave de esta progresión tan colosal radica en lo bien que han hecho las cosas las compañías españolas. "Empresas como Pullmantur y Fluxá han organizado los cruceros con barcos, horarios, comida y ambiente puramente españoles, con lo que ya no estás rodeado como antes de gente extraña como americanos, británicos o alemanes", indica.

Este esfuerzo de adaptación y el hecho de que los precios sean ahora asequibles al bolsillo de la clase media han determinado el éxito de la fórmula, lo que se ha traducido en una cierta "masificación". Surcar el Mediterráneo a bordo de un barco puede costar entre 600 y 800 euros. En el caso de que el crucero se haga por el Caribe, la factura sube hasta los 1.000 euros. Esas cantidades se ven disminuidas si uno aprovecha la oferta de empresas como Costa Cruceros, que ofrece una rebaja del 75% en el precio base (excluidas las tasas) si se compra a un año vista. Con ese descuento, el viaje por el Mediterráneo puede salir por 250 euros, y el crucero caribeño se abarataría hasta los 400 euros.

Todas esas suculentas rebajas forman parte de una nueva política comercial de los operadores turísticos. "La compra anticipada se está primando mucho más que la venta a última hora", precisa Millán. El año pasado, las ofertas de viajes rebajados a final de temporada inundaron el mercado. La cosa, pues, ha dado un giro. "La gente cree que a última hora va a encontrar la ganga, pero eso es una lotería. En cambio, las ventajas de la venta anticipada están al alcance de todos", añade. Por esa vía, los viajeros pueden obtener descuentos de entre un 20% y un 50%.

DESTINOS DE MODA Con los viajes de larga distancia se ha producido un fenómeno parecido, aunque por circunstancias diferentes. La experiencia negativa de mucha gente que se quedó el año pasado sin plaza para viajar a destinos como China y Vietnam ha espoleado la previsión de los turistas, que se han apresurado a reservar sus paquetes desde marzo. "En abril se había vendido un 60% más de lo normal en esas fechas", precisa.

Aparte del tirón que siguen teniendo países como China, Isla Mauricio y Marruecos, esta temporada se ha puesto de moda viajar a Patagonia, Australia, Nueva Zelanda y Croacia.