Nadie dijo que el ordenador tenía que ser una pantalla, una torre, un teclado y un ratón. De hecho, ha ido teniendo formas varias a lo largo del tiempo. Y la última parece ser la pantalla táctil. Comenzaron los móviles y Microsoft lo ha adoptado como su último invento y lo presenta como una experiencia social, que ya habíamos visto tanto en el filme Minority Report como en el último anuncio de Dodot. Se llama Surface, está ya a la venta, incluso en España, y adopta la forma de una mesa donde varios usuarios pueden manipular la misma información. Y tiene un montón de aplicaciones en la escuela, en turismo, en el sector del entretenimiento, en el comercio y en la banca. Para el usuario particular, el dispositivo se convierte en un capricho un tanto caro: 11.000 euros la unidad, software aparte.

Aplicaciones

Técnicamente, y pese a la facilidad de manipular objetos y menús con las manos, la pantalla no es realmente táctil, sino que utiliza un sistema de cámaras que, por sensores de infrarrojos, captan la posición del objeto y determinan la acción que realiza el ordenador.

De hecho, las primeras aplicaciones de Surface se han mostrado en los casinos de Las Vegas, usándolo para juegos de mesa, y en hoteles Sheraton de varias ciudades estadounidenses, para explicar la oferta de servicios disponibles para los clientes. También se está aplicando en tiendas, como hacen Telefónica y la operadora estadounidense AT&T, que lo utilizan para mostrar las capacidades de los teléfonos móviles.

Pero Surface comienza a mostrar las primeras posibilidades con programas nuevos. La consultora Avanade ha creado algunos para comercio y banca, para atraer a compradores expertos en tecnologías y a los más resistentes.

"La mesa permite jugar con las distintas medidas, hacer comparativas o manipular planos", señala Ramón Miranda, director técnico de Avanade. En la aplicación de comercio presentada la semana pasada, un dependiente utilizó Surface para mostrar a unos posibles clientes diversos modelos de televisores. Gracias a unos códigos, Surface reconocía las fotos que le colocaba el dependiente sobre la pantalla y mostraba la información que tenía almacenada sobre ellas. Se podían ampliar con los dedos, ordenarlas a gusto y realizar una comparativa de diseños y prestaciones. Pero también se podían colocar sobre un plano del salón del cliente, moverla, calcular la distancia óptima de visión, recopilar los accesorios que se precisan y muchas opciones más.

Este uso de los códigos, que se imprimen en los objetos, permite también usos más efectistas del ordenador-mesa. Se pueden adherir códigos a una copa de vino de modo que, en el momento en que la copa se deposita sobre la mesa-ordenador, la pantalla ofrece información sobre el producto que se está degustando.

Nuevo márketing

En banca, Surface se convierte en la mesa virtual sobre la que el director de la oficina muestra las posibilidades de un plan de ahorro a un cliente. Y juega con los porcentajes, muestra informes, y simula situaciones. Y permite compartirlo con los clientes y hacerles participar en el proceso. Nuevo márketing, dicen.

También Telefónica prepara programas para el nuevo soporte que puedan ser utilizados internamente o vendidos a otros clientes. La operadora desarrolla las aplicaciones en su centro de investigación de Barcelona, que dirige Carlos Domingo. Entre los programas que desarrollan figura uno para supervisar la atención en los call centers del grupo y otro para enviar contenido del móvil al ordenador-mesa, destinado a mostrar las posibilidades de los teléfonos.