Telefónica, Orange, Vodafone y Ono constituyeron ayer una asociación, Redtel, para defender sus intereses y "contribuir al desarrollo de la sociedad de la información". Las operadoras de acceso directo buscan defender, sobre todo, sus inversiones en infraestructuras, que rondan los 5.000 millones anuales, en un momento en que se debaten cómo se han de regular las redes de acceso de nueva generación, que han de integrar el servicio de voz y datos, tanto para móviles como para fijos.

Redtel quiere convertirse en el portavoz de un sector que factura 32.000 millones de euros y da trabajo a 46.000 personas, ante instituciones como el Ministerio de Industria, que tiene competencia sobre redes y sociedad de la información, incluida la televisión en el móvil, o el de Cultura, con el que también debaten las cuestiones sobre el canon digital, que las entidades de gestión sugieren extender a las líneas de trasmisión.

El presidente de la nueva entidad será Miguel Canalejo, que fue presidente de Alcatel España durante 14 años, hasta diciembre del 2000.

Las redes de acceso de nueva generación suponen la integración del negocio de la voz en el de datos y servicios, lo que supondrá, desde el punto de vista del negocio, el desmantelamiento de centrales de cobre y nuevas inversiones en fibra óptica.

En este contexto, las operadoras de acceso directo --las que han construido red propia-- son las primeras interesadas en no ir por libre ante las instituciones y exhibir su músculo común ante las administraciones. Telefónica ya ha mostrado su interés por disponer de un marco regulatorio eficaz que proteja sus inversiones en fibra óptica.