Los inversores europeos actuaron ayer movidos por la fe. Calaron las palabras del presidente de Estados Unidos, George Bush y sus esperanzas sobre el plan de rescate para las entidades financieras. Era lo que los inversores querían oír y, en base a ello, impulsaron al alza todas bolsas europeas exceptuando la de Milán, que al final perdió el 1,06%.

En España, el Ibex 35 ganó el 0,38% y el índice casi alcanzó de nuevo los 11.000 puntos (10.987,5 enteros), un resultado muy diferente al desplome del día anterior.

Fue una sesión muy volátil, con resultados modestos, muy inferiores a los conseguidos por la Bolsa de París, que casi subió un 2%, o por la de Londres, con un avance del 1,74%. El Ibex 35 estuvo más en línea con el mercado de Fráncfort, que subió en torno al 0,40%.

Europa dio ayer por sentado que los congresistas de Estados Unidos no tendrán más remedio que aprobar el plan que inyectará 700.000 millones de dólares en las venas del sistema financiero estadounidense. Wall Street también lo creyó y comenzó la sesión subiendo un 2%.

Además, los inversores se dieron cuenta de que Francia, Bélgica y Luxemburgo estaban dispuestos a una ampliación de capital de 6.400 millones de euros para salvar Dexia de la debacle. Junto a ello, los compradores tuvieron en cuenta que el precio del barril de Brent estaba bajando hasta los 91 dólares aunque luego terminó en 95,8 dólares, con un alza del 2,9%.

De entre los grandes valores solo Telefónica terminó con pérdidas aunque apenas fueron del 0,06%. En cambio, Inditex se dejó más del 4,4% y Telecinco, el 3,23%. Fue Bankinter la que obtuvo mayores ganancias (5,29%), seguida de Acerinox (4,75%) y de Mapfre (4,07%). Cintra, Sacyr o Abengoa también subieron por encima del 3%. A pesar de estos repuntes, la bolsa ha perdido el 27,6% este año y solo siete valores se han salvado de las pérdidas en el último trimestre, destacando Unión Fenosa, Iberia y Bankinter.