La excepcional cumbre de emergencia que ha reunido a productores y consumidores de petróleo en Yeda (Arabia Saudí) durante este fin de semana se cerró ayer sin una sola medida concreta para paliar la brutal escalada del crudo, que ha doblado su precio en apenas un año y ha llegado a rozar los 140 dólares. Los representantes de ambos frentes solo lograron pactar un documento de intenciones que, según el mercado, no tendrá ningún efecto en los precios.

"Lo que he oído hasta ahora son todo buenas ideas, pero probablemente no cambiará los precios mañana por la mañana", acertó a resumir Jeroen Van Deer Veer, consejero delegado de Royal Dutch Shell. Algunos analistas temen que el fracaso de la cumbre pueda provocar un nuevo rebrote de los precios. El barril de Brent, de referencia en Europa, cerró el viernes a 134,86 dólares, y ya supera al americano barril de Texas (134,62 dólares). Los grandes consumidores de petróleo aceptaron aumentar la transparencia en los mercados financieros para luchar contra la especulación que ha contribuido a que el precio del barril de crudo se dispare. A cambio, los países petrolíferos admitieron la necesidad de incrementar las inversiones para aumentar su capacidad de producción y adecuarla a una creciente demanda, si bien no aprobaron ningún aumento de la producción.

HASTA SEPTIEMBRE La OPEP ya había dejado claro que el encuentro no era el marco adecuado para pactar un aumento de la producción, decisión que aplaza hasta su reunión de septiembre. La mayor parte de los países del lobi, en cualquier caso, consideran que "en el mercado no hay ningún problema respecto a la oferta o la reserva" que afecte a los precios, según Chakib Jelil, presidente de la organización y ministro de Energía de Argelia.

Irán, de hecho, ha criticado la reciente decisión de Arabia Saudí de aumentar su producción en 200.000 barriles adicionales en julio, hasta los 9,7 millones de barriles diarios. El rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, que convocó personalmente la reunión de Yeda, apostó ayer por "un precio justo que no perjudique" a ninguna de las partes. Su país, recordó, ha aumentado la producción de 9 a 9,7 millones de barriles, su nivel más alto de los últimos 30 años, y está "dispuesto a responder a cualquier demanda en el futuro".

El monarca, con todo, defendió que la escala de los precios no se debe a la oferta, sino a la especulación, el aumento del consumo, los impuestos de los países ricos y las tensiones geopolíticas. El ministro saudí del Petróleo, Ali Al Naimi, desveló que el país va a invertir 129.000 millones de dolares en el sector en los próximos cinco años.

Añadió que su capacidad de producción aumentará en 2,5 millones de barriles al día, hasta alcanzar los 12,5 millones a finales del 2009, y que podría llegar a los 15 millones si fuera necesario. Su homólogo kuwaití, Mohammed Al-Olaim, también se mostró dispuesto a aumentar su producción en el futuro "si el mercado lo exige". Algunos países desarrollados, con EEUU a la cabeza, han negado durante la reunión que la especulación financiera tenga algo que ver con la escalada de los precios, aunque su impacto, finalmente, ha sido reconocido en el documento de conclusiones finales.

REGULACION DE MERCADOS Sin embargo, el candidato demócrata a la presidencia, Barack Obama, propuso ayer endurecer la regulación de los mercados de comercio electrónico de petróleo, lo que sí podría tener un efecto directo en los precios. El documento de conclusiones subraya que "la transparencia y la regulación de los mercados financieros debería ser mejorada mediante medidas para recoger más datos sobre la actividad de los fondos ligados a índices y para examinar la interacción de los cambios cruzados de las divisas en el mercado de crudo". También insta a mejorar la información sobre la capacidad real de producción y distribución.

La OPEP, la Agencia Internacional de la Energía, el Fórum Mundial de la Energía, los países consumidores y las compañías petroleras volverán a reunirse en Londres en octubre.