La junta de accionistas de la cervecera catalana Damm aprobó ayer la reducción del consejo de administración de la compañía de ocho a siete miembros. La decisión se adopta después de que el accionista Enric Roig Ribera vendiera su participación a Disa Corporación Petrolífera, sociedad de la familia Carceller, que controla el 35% de la cervecera. El segundo accionista, con el 12,5% del capital, es la belga Interbrewer, que ayer se abstuvo en la votación. Según el presidente, Demetrio Carceller, "no ha solicitado su incorporación al consejo".

El órgano de gobierno expuso a la asamblea unos resultados peores que los del ejercicio anterior. El beneficio de 38,9 millones de euros (6.472 millones de pesetas) fue el 6,9% inferior al del 2001. El volumen de negocio creció el 13%.

Carceller explicó que descartan un crecimiento en el exterior que suponga "malvender nuestras marcas" a través de precios bajos y marcas blancas. Damm tiene una escasa presencia en Francia, Italia, Portugal e Inglaterra. El director general, Enric Crous, aclaró que la expansión exterior es "muy difícil".