El déficit del Estado hasta septiembre se ha elevado a 62.780 millones de euros, el 5,96% del PIB, lo que supone casi cinco veces más que el registrado en el mismo periodo del 2008 (1,24%), según los datos dados a conocer hoy por el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña.

El saldo negativo en términos de contabilidad nacional se ha producido porque la crisis económica hizo que el Estado gastase mucho más que lo que ingresó. Los gastos hasta septiembre ascendieron a 135.130 millones de euros y los ingresos fueron de 72.350 millones.

HACIA LA ESTABILIDAD EN EL 2012

Ocaña ha insistido en que el Gobierno mantiene su previsión de déficit para este año, que será del 8,1% del PIB en el caso del Estado y del 9,5% para el conjunto de las Administraciones Públicas.

Ocaña ha apuntado que estas cifras justifican la política que el Gobierno ha plasmado en los Presupuestos del año que viene, porque exigen un esfuerzo para avanzar en la consolidación fiscal y conseguir cumplir en el 2012 el Pacto de Estabilidad europeo, que obliga registrar un déficit público inferior al 3% del PIB.

AUMENTO DEL GASTO PÚBLICO

El secretario de Estado ha justificado el elevado déficit registrado por dos razones: la actividad económica débil y las medidas de impulso aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis.

Ocaña ha admitido que el elevado aumento del gasto público se deriva del incremento de las transferencias corrientes, debido a las que el Estado ha tenido que hacer al Servicio Público de Empleo para sufragar las prestaciones por el paro.

Hasta septiembre han sido necesarios 13.508 millones de euros adicionales para pagar las prestaciones por paro. También han aumentado en 879 millones los recursos transferidos para sufragar los gastos de dependencia.

RALENTIZACIÓN EN LA CAÍDA DEL CONSUMO

La crisis económica sigue haciendo mella en la recaudación por IRPF y por el Impuesto sobre Sociedades, y también cae lo que se obtiene por el IVA, aunque en este caso se ralentiza el descenso, lo que puede denotar, según Ocaña, que la caída del consumo se está ralentizando.

El secretario de Estado ha recordado que sin las medidas de impulso tomadas en la caída de la recaudación por IVA habría sido menor. En el caso de la recaudación por el IRPF, que cayó el 10,9%, Ocaña ha citado las medidas de impulso -como la deducción de 400 euros y el mayor ritmo de devoluciones y aplazamientos-, sin las cuales los ingresos por este impuesto habrían bajado menos.