El deterioro del sector exterior se ha agravado de forma importante en los cinco primeros meses del año. Según los datos que ayer difundió el Banco de España, el déficit acumulado de la balanza por cuenta corriente se elevó hasta 26.040 millones de euros en el periodo de enero a mayo, cifra un 90% superior a la del mismo periodo del 2004.

La ampliación del déficit corriente se ha debido sobre todo al fuerte aumento del déficit comercial (las importaciones crecen el triple que las exportaciones). Además, las cifras del turismo son bastante peores que las del año pasado (los turistas extranjeros se han gastado 193 millones menos, al tiempo que los españoles se han dejado 900 millones más en otros países). El aumento de las remesas enviadas al exterior por los emigrantes y la disminución de ingresos procedentes de la Unión Europea completan el sombrío panorama del sector exterior español.

Como resultado, la necesidad de financiación de la economía española se ha elevado a 23.537 millones de euros. España ha tenido que buscar en otros países más del doble de dinero que hace un año (10.118,7 millones entre enero y mayo del 2004).

BALANCE "INSOLITO" Desde el año 1998, España se ve obligada a acudir al ahorro exterior para financiar su inversión. En el 2004, el déficit comercial alcanzó el 6,3% del producto interior bruto (PIB), el déficit por cuenta corriente significó el 5,3%, y la necesidad de financiación se elevó al 4,3% del PIB, cifras históricamente altas, que convirtieron a España, junto a EEUU, en una de las economías con mayor desequilibrio exterior del mundo. Las nuevas cifras registradas en el 2005 hacen prever un empeoramiento que, para algunos analistas, merece el calificativo de "insólito".

De enero a mayo, las importaciones de mercancías crecieron el 13,1%, mientras que las exportaciones sólo avanzaron el 3,7%, de modo que el déficit comercial se elevó a 26.173,4 millones de euros, el 45% más que en igual periodo del 2004. Una parte de este mayor déficit comercial tiene que ver con el aumento en más de 3.000 millones de euros de la factura energética con el exterior por el encarecimiento del petróleo y del gas.

El superávit de la balanza de turismo y viajes, por su parte, cada vez ayuda menos a compensar el déficit comercial. En los cinco primeros meses del año, el superávit por estas actividades ha sido de 7.690,6 millones, el 12,4% menos que en igual periodo del 2004. Este retroceso se debe a que los turistas extranjeros cada vez gastan menos en España (11.853,1 millones de euros entre enero y mayo, el 1,6% menos). Pero, sobre todo, a que los españoles cada vez se dejan más dinero en sus viajes al exterior: 4.162,5 millones, el 27,6% más que hace un año.

EL TURISMO, A LA BAJA Precisamente, el informe semestral de la Caixa Catalunya hace hincapié en la pérdida de peso del turismo en la economía española, como muestra que el superávit de los servicios turísticos representó en el 2004 el 3,5% del PIB nominal frente al 4,0% del 2003. En los tres últimos años, el superávit por servicios turísticos ha caído más de un punto del PIB, desde el techo del 4,6% alcanzado en el 2001.

Además, las transferencias del exterior han caído a menos de la mitad (661,2 en el 2005) debido a los menores ingresos de la UE tras la ampliación y al aumento del envío de remesas.