El freno de la actividad constructora en España puede acelerarse si continúa el descenso de la demanda de viviendas en el litoral por parte de los compradores extranjeros, incluidos fondos de inversión. El Banco de España detectó una caída de más del 17% de la demanda extranjera de estos activos el pasado mes de febrero. Los elevados precios de estas residencias y el menor encarecimiento anual parece que ya no hacen tan atractiva esta inversión para los compradores foráneos.