No fueron demasiado significativos los datos macroeconómicos de la jornada, pero suficientes como para que se impusiera una tenue recogida de beneficios en las principales bolsas. El dato de peticiones de subsidio de desempleo en Estados Unidos fue algo peor de lo esperado, lo que no ayudó a levantar el ánimo comprador. A este se unió el déficit comercial, que tampoco colmó las expectativas de los analistas. En este contexto, el Ibex 35 se dejó el 0,68%, hasta los 11.045 puntos. Desde el pasado 24 de febrero, el selectivo se ha revalorizado casi un 7%. Los analistas técnicos coinciden en interpretar el movimiento bajista de ayer como un retroceso transitorio para continuar con el rebote.

La bolsa española no ha evolucionado peor que el resto de Europa a pesar de que importantes firmas de inversión como Merrill Lynch e Invesco aconsejaron evitar la deuda española porque la tasa de desempleo del país afecta a su capacidad para reducir su déficit presupuestario.

Con todo, el retroceso pareció menos preocupante si tenemos en cuenta que entre los valores bajistas estuvieron el Santander (-1,43%), Telefónica (-0,8%) y BBVA (-0,75%). Con poco que hubieran apoyado la jornada hubiera terminado en positivo. No obstante, los mayores descensos fueron para Arcelor y Gamesa con una bajada superior al punto y medio porcentual. Los mejores de la sesión fueron Ebro Puleva (+0,87%), BME (+0,65%) y Ferrovial (+0,58%). En el mercado continuo, destacaron las subidas de Tavex, del 4,75%, y la caída de Reyal Urbis del 4,15%.

En otros mercados, el euro cerró al alza respecto al dólar en 1,367 unidades tras haber perdido terreno frente a la divisa estadounidense. El petróleo bajó 80,13 dólares para el barril de Brent.

La rentabilidad de la deuda española subió tres centésimas y se situó en el 3,864%, en tanto que el efectivo negociado en el mercado continuo ascendió a 2.391 millones, de los que 700 procedieron de inversores institucionales.