Kazutsugi Nami, de 75 años, fue detenido ayer en Tokio como responsable de un fraude que algunas fuentes consideran que suma más de mil millones de euros y afecta a unos 40.000 inversores.

Nami creó en 1987 la empresa L&G, dedicada a la fabricación y venta de edredones con propiedades terapéuticas, pero poco después la transformó en el centro de un sistema piramidal de captación de inversiones parecido al utilizado por el inversor estadounidense Bernard Madoff. La base del negocio consistía en aumentar constantemente el número de nuevos inversores de forma que no percibieran que la empresa, que garantizaba el pago de elevados intereses, no disponía de suficientes fondos para poder pagar a todos.

Mientras, L&G creó un sistema denominado Enten (o yen del cielo), basado en el canje de dinero de curso legal por una moneda electrónica creada por la firma, el enten, con la que los clientes podían adquirir servicios como conexiones de telefonía o productos de consumo personal y del hogar.