El endeudamiento de las familias creció el año pasado el 19,3%, lo que supone casi dos puntos menos que en el ejercicio anterior, según el informe anual del Banco de España. Este tímido descenso se debió a la desaceleración de la riqueza por un aumento de los precios de las viviendas inferior al del 2005 y al incremento del coste de la financiación. El valor del endeudamiento total de los hogares a 31 de diciembre pasado era de 776.138 millones de euros. La deuda para la adquisición de vivienda llegó al 73,4% del endeudamiento total de las familias.

VIVIENDAS Según los datos del instituto emisor, los hogares españoles tenían a finales del año pasado un patrimonio total de 6,1 billones de euros. De esta suma, 4,34 billones correspondían en su mayoría a viviendas e inmuebles. Los otros 1,76 billones se repartieron entre acciones, depósitos y fondos de inversión, con predominio de los instrumentos más líquidos y con menor riesgo.

El Banco de España destaca que el valor del patrimonio de las familias españolas creció en el 2006, hasta alcanzar el 625% del producto interior bruto (PIB), gracias a la adquisición de nuevos activos y a la revalorización de los ya existentes. No obstante ese aumento de valor se produjo a menor ritmo que en ejercicios anteriores debido a la desaceleración del precio de la vivienda. La desaceleración gradual de precios iniciada en el 2005 se tradujo en un aumento del 9% en diciembre del 2006, "cuatro puntos menos que a finales del ejercicio anterior".

SITUACION DE SOLVENCIA Tras el incremento del año pasado, la deuda de las familias se situó cerca del 125% de su renta bruta disponible, 10 puntos por encima del año anterior y aproximadamente 25 puntos más que la media de la zona euro. Con estas cifras, el Banco de España concluye que la situación financiera familiar "sigue siendo sólida", pero advierte de que el crecimiento del endeudamiento, el aumento del coste de la financiación y la contracción del ahorro "han elevado su exposición ante perturbaciones adversas en el empleo, en el precio de los activos y en los tipos de interés".

El organismo supervisor no encuentra, sin embargo, problemas por lo que respecta al tema de la morosidad. El gobernador, Miguel Angel Fernández Ordóñez, asegura en su discurso de presentación del informe que no existe ningún indicio de que las entidades financieras vayan a tener dificultades con los impagos de créditos, aunque sí que augura un cierto crecimiento de ese indicador.