El FMI no es demasiado optimista respecto a la evolución de la economía de Estados Unidos, a pesar de que esta ofrece "signos crecientes de estabilización". El Fondo considera que las cifras de paro, la temporalidad de las ayudas públicas y la situación de sus principales socios comerciales hacen temer un crecimiento lento.

El creciente déficit público del país y la consiguiente deuda "podría llegar a ser insostenible", añade, a no ser que se tomen medidas drásticas a tiempo. Los cálculos del FMI apuntan a que el desajuste entre los ingresos y los gastos de la Administración norteamericana llegarán al 10% del PIB desde el 2009 hasta el 2011, mientras que la deuda podría alcanzar el equivalente al 110% del PIB en el año 2014.