El Ibex 35 luchó más que el resto de bolsas europeas para evitar que la crisis de la deuda pesara más de la cuenta. A duras penas logró mantener los 11.500 puntos en un jornada propicia para las alegrías con la publicación de buenos resultados empresariales y mejores referencias económicas. La clave de la jornada fueron los resultados de JP Morgan, que convencieron a los inversores. La publicación de datos económicos en Estados Unidos apoyaron los ascensos. Pero mientras las bolsas de Londres, Fráncfort y París avanzaron casi un punto porcentual, el Ibex 35 solo se anotó un 0,37%, hasta los 11.503,70 puntos.

La jornada comenzó en máximos, gracias a los buenos resultados de Intel. La tranquilidad se estableció en los parquets con ligeras subidas. La única referencia económica en Europa fue la producción industrial de la eurozona, que fue en febrero mucho mejor de lo previsto, con una subida del 0,9%. Los intentos para conquistar los 11.500 puntos se aplazaron hasta la publicación de las cuentas de JP Morgan.

Luego, la batería de datos en EEUU y una apertura alcista de Wall Street acompañaron las ganas de subir. Las ventas minoristas de marzo fueron mejor de lo previsto; la inflación de abril, en línea; al igual que los inventarios de negocio en febrero.

La renta fija soberana enfrió el ímpetu alcista. La buena acogida que tuvo el martes la subasta de letras de Grecia, no fue igual para las emisiones de Portugal e Italia. Los dos países la cubrieron con éxito. Aunque los costes financieros entran dentro de lo admisible, el mercado secundario la ha penalizado elevando el diferencial con el bono alemán a niveles de febrero, cuando se desató la crisis griega.

Criteria encabezó las ganancias del Ibex con un repunte del 2,28%, seguida de OHL, que ganó el 2,27% tras conseguir un contrato en Brasil, en tanto que Iberia subió el 2,09% tras aprobarse la colocación en bolsa de entre el 25 y el 30% de su filial Amadeus.