Las malas noticias nunca vienen solas, y ayer fue de aquellos días en que los inversores vieron que, como bien dice la ley de Murphy, todo lo que podía salir mal, salió mal. La debilidad del dólar, la publicación de estadísticas oficiales en el Reino Unido, Francia y Alemania, y los resultados de Johnson & Johnson decepcionaron a los inversores, lo que arrastró a los números rojos a las principales plazas europeas. En España, el Ibex 35 retrocedió el 1,20%, hasta los 11.608,30 puntos.

La jornada comenzó con pérdidas moderadas tras la escasa subida de Wall Street el lunes (+0,2%), el retroceso de las plazas europeas y los consejos negativos de analistas que forzaban el retroceso.

El Ibex intentaba recuperar la cota de los 11.700 puntos, pero se encontró con diversos obstáculos, como la debilidad de la divisa estadounidense, que se negociaba con el euro a más de 1,48 dólares; el repunte del petróleo Brent, que se aproximaba a 73 dólares; y el alza del oro (1,063 dólares la onza).

A pesar de la mejora de las ventas minoristas en el Reino Unido, que crecieron el 2,8%, el mercado acogió con desagrado los datos del IPC en este país (1,1%) y en Francia (-0,4%). Además, cayó inesperadamente el índice de confianza inversora en Alemania, y Moody´s reiteró su informe negativo sobre la banca española. Los resultados de Johnson & Johnson fueron mal acogidos por el recorte de su facturación, y no compensaron otras noticias empresariales, como la venta por AIG de su filial taiwanesa a Primus Group por 1.450 millones de euros, y la compra de Starent Networks por Cisco Systems por unos 2.000 millones.

Todos los grandes valores del Ibex bajaron: Iberdrola, el 1,85%; Banco Santander, el 1,4%; BBVA, el 1,3%; Repsol, el 1,16%; y Telefónica, el 0,84%. El mayor descenso correspondió a Sacyr (-3,64%), seguida de Grifols (-2,88%). Solo subieron cuatro cotizadas del selectivo: Ferrovial (2,12%), Cintra (2,09%), Red Eléctrica (0,6%) y Arcelor Mittal (0,47%).