Se veía venir. La pugna por el poder que mantienen el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, con el histórico número dos de la patronal, Juan Jiménez Aguilar, tenía que explotar. Finalmente, Díaz Ferrán ha solicitado a la comisión ejecutiva que envíe una propuesta de cese a la junta directiva tras negarse el secretario general a aceptar la dimisión. Juan Jiménez Aguilar representa para muchos empresarios de la CEOE la continuidad ideológica del emblemático José María Cuevas, sustituido por Díaz Ferrán en julio del 2007. Desde aquella fecha, Jiménez no ha cedido parte de su poder.

Asumió, además del cargo de secretario general ejecutivo de la CEOE, el de vicepresidente, y se sienta junto a los otros 10 que componen la junta directiva. Entre otras cosas, mantiene la presidencia de la comisión de relaciones laborales y de todas las del diálogo social, además de ser el máximo representante de la patronal en el Consejo Económico y Social y ante organizaciones internacionales como la OIT o la UNICE.

Además de la falta de química entre el presidente de la CEOE y su secretario general, Díaz Ferrán ha terminado por cansarse de que su mandato esté hipotecado por el alto grado de poder que concentra Jiménez. Incluso, algunas organizaciones de la patronal realizaban movimientos para que Jiménez liderara un golpe de estado.