En diciembre de 1999, utilizar gasóleo como combustible permitía un ahorro de hasta el 20%. El precio medio del gasóleo de automoción era de 104,4 pesetas y el de la gasolina sin plomo de 95, de 124,5 pesetas. La actualización de la directiva europea sobre impuestos especiales supuso, a partir del 2000, un mayor aumento de la tributación del gasóleo. Desde entonces, la diferencia de precio entre ambos carburantes se ha ido estrechando. Según los últimos datos oficiales, el precio medio de la gasolina sin plomo en mayo pasado era de 109,4 céntimos y el del gasóleo, 99,6 céntimos; la diferencia de 9,4 céntimos de euro equivale al 8,6% del precio. A finales de julio, la diferencia de precios apenas era del 3,2% (1,138 euros, contra 1,002). Sobre un precio de la gasolina de 1,138 euros, los impuestos se llevan 0,52 céntimos, el 49,56%. Para un precio del gasóleo de 1,002 euros, los impuestos representan un total de 40 céntimos, el 44%. R. M. S.