Hubo tiempos extra, pero también firma. Las 183 delegaciones de otros tantos países reunidas en la cumbre de la FAO durante tres días para afrontar el encarecimiento de los precios de los alimentos prorrogaron durante toda la tarde de ayer la reunión porque no conseguían llegar a un acuerdo. Al final se aprobó una declaración, pero con duras críticas de algunos de los presentes.

Cuba pedía que el documento final reflejase que "no se pueden usar los alimentos como arma política", Argentina se oponía a que un país no pueda gravar las exportaciones de alimentos con aranceles, los Veintisiete quisieron revisar la totalidad de la declaración y EEUU prefería cerrar la cumbre "sin acuerdo antes que con uno malo".

Al final, algunos países criticaron que la declaración final no incluía "medidas reales para acabar con el hambre en el mundo", aunque esta compromete a los firmantes a reducir a la mitad las personas que pasan hambre en el mundo antes del 2015 y que los alimentos "no se deben utilizar como arma política".

MAS DISCREPANCIAS Otro foro en el que los países no se ponen de acuerdo es en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Discrepan sobre las causas del aumento del precio de los alimentos. La embajadora española, Cristina Narbona, se mostró sorprendida ante la afirmación de Loek Boodekamp, directivo de la OCDE, que adjudicó a los biocarburantes un tercio de la subida de la cesta de la compra. Narbona recordó que muchos analistas culpan más del alza a la subida del petróleo y a la especulación en los mercados de futuros.