La superación de las diferencias salariales entre hombres y mujeres "sigue siendo problemática" en España a pesar de la existencia de políticas con ese objetivo, según un informe realizado por un grupo de expertos a petición de la Comisión Europea y publicado hoy en Bruselas.

El estudio, titulado "La brecha salarial por sexo: actuales respuestas políticas", analiza las medidas puestas en marcha en los Veintisiete, así como en Islandia, Noruega y Liechtenstein para eliminar las diferencias entre hombres y mujeres en ese ámbito.

Los datos que recoge proceden de un sondeo de 2002 que pasa revista únicamente a la brecha salarial en el sector privado.

En el caso de España, el documento explica que las iniciativas públicas existentes "son sobre todo medidas de sensibilización que han sido incluidas en los acuerdos marco" suscritos con patronal y sindicatos.

"Aunque con carácter general las cláusulas para garantizar la igualdad han sido incluidas desde 2004 en la negociación colectiva, sigue siendo excepcional la inclusión de disposiciones específicas para afrontar las diferencias salariales", indica el texto.

Añade que "a pesar de las sanciones legales contra la brecha salarial, el traslado a la práctica del principio de 'idéntica remuneración por el mismo tipo de trabajo' sigue siendo problemática".

Al analizar las diferencias concretas en España entre los salarios de ellos y ellas, el documento señala que "el nivel de educación es un factor importante" para explicar ese desequilibrio.

En particular, indica que las "pruebas empíricas" realizadas dan a entender que esas diferencias aumentan en el caso de los salarios de los titulados universitarios, mientras que lo contrario ocurre entre quienes sólo han completado la educación primaria o secundaria.

El informe explica que la brecha salarial se calcula teniendo en cuenta las diferencias entre la media de salario bruto por hora entre hombres y mujeres.

En los 25 países que formaban la UE antes de enero, las mujeres cobraban de media por hora un 25 por ciento menos que los hombres en el sector privado, según los últimos datos disponibles, de 2002.

En particular el salario medio de los hombres por hora era de 13,79 euros, mientras que el de las mujeres se situaba en los 10,40 euros.

Las mayores diferencias salariales se daban en el Reino Unido (30 por ciento) y las menores en Eslovenia (11 por ciento).

En España la brecha (también en el sector privado) era del 25 por ciento, al cobrar los hombres de media por hora 9,09 euros y las mujeres 6,82 euros.

El informe concluye que, a pesar de las normativas adoptadas en los países, las mujeres siguen cobrando menos que los hombres, situación que prácticamente no ha experimentado cambios en la última década.

Aunque tradicionalmente las diferencias se han explicado por factores como la edad, la educación o la experiencia, los estudios realizados sugieren que esos motivos tienen sólo un "papel menor" en el mantenimiento de los desequilibrios.

Revela que la brecha entre lo que cobran hombres y mujeres en Europa "parece estar más relacionada con el nivel de segregación ocupacional y el impacto de la estructura salarial".

En ese sentido, explica que "las mujeres tienden a trabajar en distintas ocupaciones e industrias que los hombres, y son penalizadas por ello", e indica que el alcance de esa sanción depende de la estructura salarial en el país, siendo mayor cuanto más grande la brecha entre los salarios mínimos y máximos.

En la introducción del informe, el comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, considera "inaceptable en una sociedad democrática e igualitaria" que el salario de las mujeres sea un 25 por ciento inferior al de los hombres en el sector privado y un 15 por ciento más bajo en el público.