Las dificultades para conseguir un acuerdo sobre las ayudas que la Unión Europea (UE) puede aportar a Grecia se traducen en un efecto pernicioso en los mercados. Ayer volvieron a ceder terreno y solo el hecho de que Wall Street abriera con alzas, gracias a que Obama sacó adelante su reforma sanitaria, impidió que las pérdidas superarán el 2%. Los países de la UE conocidos como piigs --Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España-- en la prensa británica fueron los que peor resultado cosecharon en la jornada antes las informaciones contradictorias relacionadas con la situación helena.

Así las cosas, el parquet griego fue el que más cayó en la sesión de ayer, el 1,91%, pero le siguió la bolsa española. El Ibex 35 cedió el 1,17%, hasta los 10.861 puntos, con el sector bancario a la cabeza de las pérdidas. Los grandes mercados europeos mantuvieron el tipo, principalmente el DAX de Fráncfort y el CAC de París, que cerraron la jornada con ascensos.

La Unión Europea (UE) exhibió ayer de nuevo su división sobre cómo y cuándo aprobar el mecanismo de respaldo financiero a Grecia. La Comisión Europea y España, que desempeña la gestión semestral de la UE, se mostraron partidarios de adoptar ese mecanismo en la cumbre europea del 25 y 26 de marzo para despejar las incertidumbres y acabar con la especulación, mientras que Alemania volvió a insistir en que no existía ninguna urgencia para aprobarlo.

Ante la hostilidad de la población alemana a una eventual ayuda financiera a Grecia y la celebración de elecciones regionales en mayo, la cancillera alemana, Angela Merkel, prefiere que Atenas recurra al Fondo Monetario Internacional (FMI) si fuera necesario. Merkel volvió a repetir ayer que no quiere discutir del mecanismo de respaldo europeo en la cumbre de la UE, porque "afortunadamente Grecia no se encuentra en la situación de necesitar ayuda".

El presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, reconoció ante el Parlamento Europeo que "no es absolutamente necesario" adoptar una decisión esta semana, respaldando la posición de Merkel. Juncker también se mostró abierto a que los posibles préstamos bilaterales a Grecia pudieran complementarse con créditos del FMI.

SOLO SI ES URGENTE El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, indicó en la Eurocámara que la eventual ayuda a Grecia debería limitarse a préstamos bilaterales, bajo estrictas y rigurosas condiciones, y solo en el caso de que sus dificultades pusieran en peligro la estabilidad del conjunto de la zona euro.

Grecia experimentó ayer una nueva jornada de paro en los hospitales públicos que causó problemas en la asistencia sanitaria, al tiempo que el Gobierno dio por sentado que la UE acudirá en su ayuda para evitar la bancarrota del endeudado país. "Sería inaudito que Europa no nos apoyara políticamente", dijo ayer en Atenas el portavoz del Gobierno, Giorgos Petalotís, quien añadió que Grecia "se ganó" la entrada en la Eurozona y que Atenas no espera apoyo "de fuera de la UE".