Los sacrificios que puede llegar a hacer una persona por conseguir un puesto de trabajo son muchos y variados. Así, la Encuesta de Población Activa (EPA) estima que el 20,78% de los parados españoles estarían dispuestos a cambiar de lugar de residencia si le ofrecen un trabajo en otro sitio. Este porcentaje es muy reducido pero es cuatro décimas inferior al que se registraba entre los meses de abril a junio de este mismo año, un dato significativo.

Aunque los parados que aceptarían un cambio de ocupación laboral llegan al 67,79%, el descenso respecto al trimestre anterior es de más de cuatro puntos.

También baja en esta última encuesta más de cinco puntos el porcentaje de personas sin trabajo que estarían en disposición de aceptar un empleo con menores ingresos (40,79%) o con categoría inferior (46,44%).

Por otro lado, hay 492.000 familias con todos sus miembros en paro, 12.000 más que antes (el 2,5% de incremento). También hay 39.800 hogares españoles más donde todos trabajan, una cifra que equivale a una subida del 0,46%.