La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (Upa) y la Unión de Consumidores de España (UCE) denunciaron ayer que entre el 85% y el 95% del precio que paga el consumidor por los alimentos se queda en la cadena de distribución, lo que ambas organizaciones consideran resultado de la "especulación" e incluso, a veces, de prácticas "mafiosas".

Los consumidores llegan a pagar hasta el 800% más que lo que cobra un agricultor por vender los alimentos que produce, según criticaron los responsables de Castilla y León de las organizaciones mencionadas. "Cuanto más bajo es el precio en origen", el que percibe el agricultor, "más beneficio tiene la cadena de distribución", comentó Julio López, secretario general de la Upa en esa comunidad.

Desde el pasado enero, la organización agraria y la de consumidores hacen un trabajo de campo semanal para analizar el precio en origen y al consumidor de 10 alimentos básicos. Algunos de estos precios son más bajos este año que en 1993. Entonces, el agricultor ganaba 90 céntimos de euro por una lechuga y actualmente 60, mientras que al consumidor le cuesta hasta dos euros. Pidieron, además, que el Servicio de Defensa de la Competencia intervenga en la investigación de precios planteada desde el Gobierno.