Imparable. El euro enfiló ayer el camino hacia la cota de los 1,6 dólares tras llegar a 1,5690, un nuevo récord, después de que se conocieran las dificultades que atraviesa el banco de inversión de EEUU, Bear Stearns. Aunque se trata de una buena noticia para los turistas españoles que viajen a la zona dólar, que al cambio de ayer vale 106 pesetas, se trata de síntomas preocupantes sobre el alcance de la crisis de las hipotecas basura.

De hecho, la debilidad del billete verde afecta también a su relación de cambio con respecto a otras divisas. Ayer se desplomó hasta llegar al nivel más bajo con respecto al yen japonés en los últimos 12 años, al caer hasta los 99,85 yenes, por debajo de la barrera psicológica de 100 unidades por cada dólar. De igual modo, durante un momento del día, cayó por debajo de la paridad con respecto al franco suizo, hasta los 0,9986 francos.

PREPARADA PARA INTERVENIR A medida que se acumulan las informaciones sobre el deterioro de la situación financiera y económica en la primera economía mundial, se acrecienta la presión sobre el euro, que recibe enormes flujos de fondos que huyen del debilitamiento del dólar y de los activos denominados en esta divisa. El Banco Central Europeo (BCE) estableció ayer para la divisa europea un cambio medio de 1,551 dólares.

La Reserva Federal estadounidense (Fed) indicó ayer que está "preparada para intervenir" en el caso de nuevos problemas de liquidez, tras anunciar recientemente una nueva acción coordinada con los principales bancos centrales del mundo. Los efectos balsámicos de ese anuncio parecían haberse desvanecido ayer.

De esta forma, aumentaron las expectativas de una nueva bajada del precio del dinero en EEUU, situado desde el pasado 30 de enero en el 3%. Los tipos de interés en la zona de la moneda europea están anclados en el 4% desde junio del año pasado, y la prioridad por combatir la inflación --disparada por las alzas del petróleo y los alimentos-- aleja las posibilidades de que la autoridad monetaria europea apueste por rebajar de forma inminente el precio del dinero, según los analistas.

Mientras, el precio de la onza de oro batió un nuevo récord en el mercado de Londres al cotizar a 1.007,40 dólares, según los datos de la agencia Bloomberg. Esta escalada es debida a la debilidad del dólar y los temores por la desaceleración de la economía de EEUU. Esos factores afianzan al metal precioso como un auténtico valor refugio, como ha sucedido en etapas de crisis. En lo que va de año, el precio del oro ha crecido un 20%. A esa cifra hay que sumar otro 32% que se encareció en el 2007.