Los países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) mostraron ayer que siguen divididos, frente a las propuestas que hay sobre la mesa para un acuerdo que salve la Ronda de Doha sobre la liberalización comercial. En todo caso, al final del día mostraron algo más de optimismo tras una discusión que se llevó a cabo sobre el sector de servicios.

La treintena de ministros reunidos ayer por sexto día en Ginebra para negociar un pacto que desbloquee la Ronda de Doha mostraron reacciones dispares sobre la propuesta para la apertura de mercados agrícolas e industriales.

El proyecto lo ha presentado el director de la OMC, Pascal Lamy, y plantea una reducción de los subsidios que dan los países desarrollados a su agricultura y que "distorsionan el comercio", así como recortes arancelarios en los mercados agrícolas e industriales.

Muchos de los socios de la OMC estiman que la propuesta de Lamy no es perfecta pero puede propiciar que las negociaciones vayan hacia un acuerdo. Aparte, los países celebraron una conferencia sobre servicios, de la que tanto la UE, como EEUU y la India salieron con un ligero optimismo.

El ministro de Comercio indio, Kamal Nath, constató el "progreso" y declaró que la conferencia sobre servicios ha sido "un buen signo" que incrementa las posibilidades de un acuerdo sobre Doha. Dentro de la propuesta de Lamy, las reacciones fueron algo más críticas que las suscitadas anoche, cuando una mayoría de países excepto la India, Argentina y Suráfrica dieron una opinión positiva sobre el texto.