La segunda guerra del ciberespacio se juega a varias bandas. Por un lado, Apple contra Microsoft, al que reta en extensión del sistema operativo en ordenadores (Mac OS contra Windows) y teléfonos móviles (iPhone versus Windows Mobile), en la música on line y en la casa conectada (Apple TV ante el mediacenter). Por otro, Microsoft contra los accionistas de Yahoo, a la que quiere absorber para completar un negocio de internet que se le resiste. En otro extremo, Microsoft contra Google, que le está plantando cara en el escritorio, con aplicaciones de oficina on line, compartibles y gratuitas (aunque ahí el rival más serio es Openoffice), con el correo Gmail y con Google Maps. Y desde las trincheras, compañías pequeñas que aspiran a convertirse en los nuevos monstruos, como Facebook.

Son conocidos los exabruptos del actual presidente de Microsoft, Steve Ballmer, contra Google, al que considera en público "uno más de sus rivales", pero que es a quien más teme. Uno de sus empleados, el programador Mark Lukovsky, le acusó en un juicio de haber tirado una silla cuando, en el 2005, le dijo que la compañía a la que se marchaba era Google.

Microsoft ha presentado en EEUU una demanda por monopolio denunciando la reciente alianza entre Yahoo y Google en publicidad en EEUU. Y es que Microsoft tiene sus esperanzas puestas en el negocio de la publicidad para financiar la estrategia de la firma.