Indefinición. Eso es lo que predominó ayer en los parquets. El dinero entró y salió del mercado sin convicción, a la espera de que alguna grata noticia apuntalara el despegue de los mercados de renta variable iniciado hace un par de meses. Y es que los augurios sobre una posible recuperación económica en los países industrializados no terminan de convencer a los inversores, como tampoco los resultados de las pruebas de estrés realizadas a la banca.

En este escenario, el Ibex, que llegó a marcar máximo en 9.377 puntos y a tentar el soporte de los 9.200, acabó cediendo el 0,51%, con los bancos en su contra e interés inversor por volver a hacer caja. Si bien los expertos confían en que la actual corrección de los mercados sea pasajera, los inversores siguen sin saber a qué palo agarrarse para decantarse finalmente por el riesgo.

En España, ayer fue el día de la presentación de cifras trimestrales de Abertis, Sol Meliá, Iberia, EADS y Mapfre, con resultados dispares. Al cierre, el Ibex acabó en 9.269 puntos, arrastrado por la banca y sostenido por Telefónica y las constructoras. Así, mientras que Iberdrola repitió el precio con el que cerró el día anterior, la operadora avanzó el 2,13%, aunque no fue el valor más alcista del día. Las mayores revalorizaciones las tuvieron Acciona (+3,65%), Inditex (+3,38%), Técnicas Reunidas (+3%), Sacyr-Vallehermoso (+2,59%) y Telecinco (+2,44%).

Los descalabros en el principal indicador bursátil español fueron esta vez para Gamesa, que perdió el 5,62% y ArcelorMittal, que restó el 4,21%. El BBVA y el Santander se dejaron en el camino el 1,14% y el 1,37%, respectivamente. La petrolera Repsol, en tanto, cerró en positivo, con una subida del 0,86%.

En el mercado continuo, Sotogrande y La Seda fueron los valores que cerraron el día con peores resultados, con descensos en su cotización del 7,14% y del 5%, respectivamente. En el lado de las compras despuntaron Natra y Tudor, con alzas del 10%.