El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Win Duisenberg, aceptó ayer retrasar su jubilación y continuar al frente de la institución hasta que los Quince nombren a su sucesor. Los ministros de Economía y Finanzas de los países miembros de la UE pidieron por "unanimidad" a Wim Duisenberg que continúe en su puesto "el tiempo que sea necesario", ante las dificultades surgidas para designar al sustituto previsto.

Duisenberg tenía intención de abandonar su cargo el próximo 9 de julio, al cumplir los 68 años de edad. Pero los Quince no pueden elegir de momento a su sustituto, el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Trichet, debido a sus dificultades judiciales.

CRISIS DEL CREDIT LYONNAIS

Jean-Claude Trichet está procesado por su presunta complicidad en el enmascaramiento de las pérdidas del Crédit Lyonnais, entre los años 1991 y 1993, cuando era director del Tesoro. El Tribunal de París emitirá su sentencia el próximo 18 de junio.

La renovación de la cúpula del Banco Central Europeo tropezó con otro obstáculo al no lograr los ministros el consenso para designar a la sustituta de la directora finlandesa Sirkka Hamalainen. La vicegobernadora del Banco de Austria, Gertrude Tumpel-Gugerell, obtuvo un "fuerte y amplio respaldo", pero no la unanimidad requerida. Bélgica, por razones electorales, mantuvo a su candidato.