El presidente de E.ON, Wulf Bernotat, se mostró ayer convencido de que el Gobierno español fracasará en su intento de impedir que la compañía alemana compre Endesa. "El Gobierno no es el dueño de Endesa", retó, y recordó que la última palabra la tendrán los accionistas que, en su mayoría, dijo Bernotat, son extranjeros. "No queremos interferir en la política española", apuntó, antes de reclamar "un trato justo" del Gobierno.

Según el primer ejecutivo de E.ON, la Comisión Nacional de Energía (CNE) no podrá vetar esta OPA, ya que la Comisión Europea tomará cartas en el asunto. Para Bernotat, las nuevas facultades otorgadas por el Gobierno a la CNE el 24 de febrero, cuatro días después de la OPA de E.ON sobre Endesa, es como "cambiar las reglas del juego a mitad del partido" y "pueden entrar en conflicto con la legislación europea". Si es preciso, E.ON acudirá al Tribunal de Luxemburgo.

Tras los encuentros de la semana pasada con Zapatero, el ministro Montilla y su asesor económico, Miguel Sebastián, no ha habido nuevos contactos de E.ON con el Ejecutivo español. Tan sólo un contacto telefónico con Sebastián, el 1 de marzo.

INTERES FIRME Bernotat reafirmó el interés por comprar Endesa al precio ofertado, de 27,50 euros por acción, al que habrá que descontar el dividendo extraordinario de 1,27 euros aprobado en la junta de Endesa. No obstante, dejó una puerta abierta a una mejora del precio: "Estamos aquí para triunfar".

El directivo, que mantuvo contactos con el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, desde noviembre, reconoció que, al principio, E.ON se planteó adquirir sólo una parte de la eléctrica.

ACLARACION El Gobierno aduce el blindaje del Ejecutivo alemán sobre Ruhrgas (gasística fusionada con E.ON) para justificar la protección del sector energético español bajo el principio de reciprocidad. Bernotat rechazó el argumento: "El Gobierno alemán no tiene derecho de veto sobre la adquisición de E.ON en el caso de que una empresa europea quiera comprarla". Explicó que su Gobierno sólo puede intervenir si la firma compradora es "no comunitaria" .

Esta explicación no coincide con la del Gobierno español, que ve "una acción de oro encubierta" en este redactado: "En el caso de que cualquier entidad adquiera una mayoría de capital en E.ON, ésta queda sujeta, cuando así lo requiera el Ministerio de Economía, a que las acciones de las que es titular de Ruhrgas sean enajenadas a un tercero, siempre que la entidad adquirente del control de E.ON dé motivos a estimar que los intereses de la política energética de la República Federal Alemana puedan quedar perjudicados".