El Gobierno aún no ha decidido cuáles serán los impuestos que subirán en el 2010 para lograr el aumento de recaudación de 15.000 millones anunciado por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, admitió ayer que subir el IVA "es una de las posibilidades que se manejan" y tanto ella, como el gobernador del Banco de España, dieron argumentos contra quienes piensan que subir este impuesto va en contra de las clases sociales más bajas y contra la recuperación.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Salgado dijo que, en materia de IVA, "hay literatura para todos los gustos" y que hay quienes defienden que una subida de impuestos indirectos (especiales e IVA) es lo que menos efectos negativos genera en el mercado. "Nosotros pensamos que no tiene mucho sentido en un sistema complejo, examinar una figura fiscal separada del resto y que es el conjunto del sistema fiscal el que debe ser equitativo y solidario", dijo. Según la ministra, la redistribución de la riqueza, que defiende el Gobierno socialista, "no debe buscarse solo por el lado de los ingresos, sino fundamentalmente, en un Estado moderno y social, por el del gasto". O, lo que es lo mismo, "lo importante no es a quién vamos a pedir un esfuerzo adicional, sino a quién se va a destinar, que es a quienes lo están pasando peor".

En esto, Salgado coincide con el punto de vista que defendía su antecesor, Pedro Solbes. También con el del gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, "Siempre es mejor subir impuestos que no desincentivan el trabajo y el crecimiento", y los indirectos son "los menos dañinos", dijo, ayer, en San Sebastián.