La economía española aceleró el crecimiento en el tercer trimestre, hasta el 3,5%, una décima más que en el periodo anterior y la tasa más elevada desde finales del 2001, que duplica con creces el crecimiento de la zona euro, del 1,5%. Según los datos de la Contabilidad Nacional que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), el nuevo impulso del PIB se debe a una leve mejora del sector exterior que ha permitido compensar la desaceleración del consumo de las familias y de la inversión en los meses de verano.

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, cree que el dato del PIB del tercer trimestre es "excelente, desde un punto vista cuantitativo y cualitativo" y permite asegurar que "se superará la previsión de crecimiento económico para el conjunto del 2005", estimada en el 3,3%. El empleo creció el 3,2%, lo que supone la creación neta de 567.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.

La demanda nacional aportó 5,2 puntos al crecimiento total, una décima menos que en el segundo trimestre. El gasto de las familias --que creció el 4,4%, frente al 4,6% del trimestre anterior--, refleja un menor dinamismo en los bienes duraderos, si bien el INE destaca que algunas compras siguen "con gran intensidad", como las de motocicletas.

La inversión también echó el freno en el tercer trimestre. La inversión en bienes de equipo avanzó el 8,8%, tras haber crecido por encima del 10% en el primer semestre. La construcción, sin embargo, sigue imparable. La inversión en construcción creció el 6,3%, una décima más que en el segundo trimestre. Por el lado de la oferta, la construcción despunta como el sector que más crece (el 6%) y el que más empleo genera (el 8,8%).

El sector exterior detrajo 1,7 puntos al crecimiento logrado por la demanda nacional, dos décimas menos que en el periodo anterior, gracias a que las exportaciones crecieron algo más --el 1,3%-- y las importaciones, algo menos (el 7,7%).

CALCULOS La presentación de los datos de la contabilidad nacional, ayer, resultó polémica. La presidenta del INE, Carmen Alcaide, reconoció que se estaba produciendo un error en los cálculos desde principios de año, que afectaba a la serie corregida desde el 2000. El error, que Alcaide dijo haber conocido el día antes, no afecta a los datos finales del PIB, pero sí al análisis sobre la aportación de la demanda nacional, por un lado, y del sector exterior, por otro, a la tasa final.

Los ingresos por turismo extranjero se estaban computando como consumo interno en lugar de incluirlos en la rúbrica de exportaciones. Se estaba confundiendo el concepto de demanda interna (que mide todo lo que se gasta en el país, al margen de la nacionalidad del consumidor) con demanda nacional (que mide lo que gastan los españoles, dentro y fuera de las fronteras), que es lo correcto, según las normas contables comunitarias.

Corregido el error, ni el sector exterior ha sido tan negativo desde el 2000 como se pensaba; ni la demanda interna, tan potente. En el tercer trimestre, por ejemplo, la demanda nacional creció el 5,2% (no el 5,9%, error incluido), y el sector exterior restó 1,7 y no 2,4 puntos.