España seguirá creciendo en los próximos años, aunque con una ligera desaceleración. El crecimiento de la economía en nuestro país será del 3,5% en el 2006, aunque se ralentizará hasta el 3,3% en el año siguiente y hasta el 3% en el 2008. Estas son las previsiones del llamado informe Hispalink, elaborado por la red de equipos económicos de 18 universidades españolas y patrocinado, desde hace años, por las cámaras de comercio.

Según este estudio, que da dos décimas más de crecimiento para este año que las previsiones del Gobierno, la continuidad de los diferenciales de crecimiento favorables a España respecto a la Unión Europea (UE) podrían irse reduciendo progresivamente. La economía madrileña liderará el crecimiento, con una tasa global del 4% y con un empuje de la construcción del 5,7%. Mientras la economía balear se sitúa a la cola (junto a Cataluña, Asturias y País Vasco) y solo crecerá el 3,2% este año, tres décimas menos que la media estatal y siete menos que Madrid.

EL PESO DEL LADRILLO La construcción se mantiene como el sector más dinámico de la economía española y de cada una de las regiones, salvo en Baleares y Cataluña, donde el sector servicios (turismo) tiene la primacía. Para el 2006 se prevé un crecimiento de la construcción del 5% en el conjunto del país, tasa que se irá bajando hasta el 3,7% en el 2008. El informe relaciona esta desaceleración con la incapacidad de las empresas para hacer frente a mayores crecimientos y la escasez de mano de obra.

En cuanto a la industria, la debilidad de la demanda europea repercute en las exportaciones y, por tanto, mantiene al sector industrial en niveles un tanto estancados, a pesar de que se prevé mejoría para este año.

El informe Hispalink señala también que si no se produce un esfuerzo adicional en I+D (hasta alcanzar al menos el 3% del PIB), la economía española se mantendría con ritmos de crecimiento no superiores al 2,5%.

LA SITUACION MUNDIAL Respecto a la situación de la economía mundial, el informe señala que esta tendrá una expansión continuada en el 2006 y un crecimiento de entre el 4% y el 4,5% en el 2007, con la excepción de la UE y Japón, que crecerán a ritmos superiores al 3%.

Según el informe, situaciones a priori negativas como los elevados precios del petróleo, las inestabilidades geopolíticas, las tendencias alcistas de los tipos de interés y los desequilibrios económicos mantenidos en Estados Unidos no "llevan a una pérdida de optimismo".