Hoy hace un año, el banco francés BNP Paribas suspendió tres fondos de inversión valorados en 2.000 millones de euros a causa del desplome del mercado de las hipotecas basura estadounidenses. Desde entonces, las pérdidas financieras vinculadas a las subprime rondan los 330.000 millones y la crisis financiera y crediticia se ha trasladado a la economía real a lomos del desplome del mercado inmobiliario y del aumento de los precios de la energía y los alimentos. En este contexto, la economía estadounidense se mantiene en la UVI, en declive pero con un crecimiento por encima del 1%. Otros indicadores (7 meses consecutivos destruyendo empleo que equivalen a 250.000 puestos, aumento de la inflación, descenso del consumo...) hablan de crisis y dan argumentos a los que dicen que el país está en recesión.

Hay unanimidad en que la actuación de la Reserva Federal, dirigida por Ben Bernanke --más intervencionista que nunca--, y el estímulo fiscal pactado por el Congreso y la Casa Blanca contribuyen a que el país aún crezca. También ayuda el débil dólar, que facilita las exportaciones.

BAJADAS DEL 15% Otro asunto es el precario estado del mercado inmobiliario (los precios han bajado en un 15% en las 20 principales áreas metropolitanas; los desahucios se han multiplicado...), de los bancos (pérdidas millonarias, operaciones de rescate públicas o semi- públicas, procesos criminales en marcha), del mercado financiero (Wall Street ha perdido un 13% desde principios del 2007) y el frenazo de los préstamos.

Tras el pinchazo de la burbuja tecnológica en el 2000 y los atentados del 11-S, el mercado inmobiliario se convirtió en el lugar favorito para poner el dinero tanto para los inversores domésticos como internacionales. Pero a medida que se continuaba construyendo y la burbuja iba creciendo, los valores vinculados a hipotecas se fueron haciendo más opacos, complejos y fuera de control de la ya de por sí laxa regulación federal. Nacieron así las subprime , hipotecas a interés variable otorgadas a clientes con un pésimo historial de crédito. Cuando los tipos de interés subieron, los clientes de las subprime no pudieron pagar sus créditos y empezó el efecto dominó.