La economía volvió a retroceder en el cuarto trimestre del 2009, por séptimo trimestre consecutivo, y arruinó la expectativa de José Luis Rodríguez Zapatero, quien apostaba por la idea de que España también podría dejar atrás la recesión desde finales del 2009. Las previsiones publicadas ayer por el Banco de España --que coinciden con las del Ministerio de Economía-- señalan que en el cuarto trimestre del 2009 el PIB retrocedió el 0,1% respecto del anterior. De este modo, en el conjunto del año, el retroceso ha sido del 3,6% --"la mayor caída de la actividad de las últimas décadas", según el Boletín Económico del Banco de España--, acompañado de un aumento de la tasa de paro hasta el 18,9%. En el peor momento de la crisis de los años 90, el PIB español retrocedió el 1,1% como máximo (en 1993).

La caída trimestral en la última parte del 2009 ha sido muy inferior a la de los periodos anteriores (1,6%, 1,1% y 0,3% respectivamente), pero no permite a la economía española lucir el logro que ya exhiben las principales economías del mundo, que dejaron atrás la recesión entre el segundo trimestre (Alemania, Francia y Japón), el tercero (Italia, Irlanda, la zona euro y EEUU) o el cuarto (Reino Unido).

LA DEMANDA El retroceso de la producción fue consecuencia del descenso de la demanda nacional --del 6%, según el Banco de España--, con un perfil que se fue suavizando a lo largo del año. El sector exterior contribuyó con una aportación positiva al crecimiento del PIB de 2,7 puntos.

Entre los síntomas de relativa mejoría, destaca la evolución del gasto de las familias en la última parte del año. Según su análisis, el consumo privado detuvo su trayectoria descendente en el periodo de octubre a diciembre, tras casi dos años de caídas intertrimestrales negativas, y ello puedo ser debido, en buena parte, a los efectos del plan de ayudas directas a la adquisición de automóviles (Plan 2000E). En conjunto, se estima que el gasto de las familias registró una caída del 3,6% en todo el 2009.

El organismo que preside Miguel Angel Fernández Ordóñez respaldó la reforma del sistema de pensiones. El Banco de España opina que retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años puede contribuir al equilibrio financiero.