El producto interior bruto (PIB) de la zona euro y del conjunto de la Unión Europea (UE) se estancó durante el segundo trimestre del 2003, en comparación con el trimestre precedente, según la última Estimación rápida de la oficina comunitaria de estadística (Eurostat), conocida ayer.

El bloqueo debe atribuirse, en parte, a la evolución de Alemania y Holanda, que entraron en recesión en el primer semestre al acumular dos trimestres consecutivos de caídas del PIB. Estos dos países e Italia están técnicamente en recesión.

"Los últimos indicadores muestran señales positivas, pero la recuperación no es tan evidente", comentó Michael Diekmann, director general de Allianz en la presentación de los resultados semestrales de la primera aseguradora europea. Con todo, las bolsas europeas no reaccionaron con descensos. Y es que el nivel de los tipos de interés --los más bajos en los últimos 40 años-- y las expectativas de recuperación en EEUU apuntan a un crecimiento del 0,6% para el último trimestre del año, según las predicciones de la Comisión Europea.

LA INFLUENCIA DE EEUU

Además, la reducción del déficit comercial de EEUU con respecto a Europa --disminuyó un 5% en junio y se colocó en 7.765 millones de dólares-- y la mejora del mercado laboral al otro lado del Atlántico avanzan una mejora del entorno económico mundial.

Pese a las mejores expectativas, la realidad es que la economía europea se muestra débil. La evolución del PIB en el primer trimestre del 2003 fue de 0,1%, tanto en la zona euro como en el conjunto de los 15 países que componen la UE. En comparación con el segundo trimestre del 2002, el PIB de la eurozona registró sólo un alza del 0,4%, y el del conjunto de la UE del 0,6%, frente a las tasas interanuales del 0,9% y 1,1%, respectivamente, en el trimestre precedente.

El PIB alemán descendió en el segundo trimestre un 0,1% con respecto al trimestre anterior, según datos del Instituto Federal de Estadística. Este retroceso se produce por segundo trimestre consecutivo. En el primer trimestre del año había bajado un 0,2%.

SCHR DER ELUDE LA RECESION

No obstante, el Ejecutivo germano prefirió enfatizar que la situación es de estancamiento. El canciller alemán, Gerhard Schröder, dijo: "Yo no hablaría en esta fase de recesión". Mientras, el superministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, aseguró tras conocer las nuevas cifras, que espera para el segundo semestre de este año "una ligera recuperación. Y con ello el comienzo de un cambio coyuntural, que se necesita sin falta". Por su parte, el ministro de Finanzas, Hans Eichel, reconoció que el débil estado de la economía puede suponer un riesgo para conseguir los objetivos de recorte del déficit público. Aunque los ingresos fiscales están por encima de los del año pasado, aún no se ha alcanzado el nivel previsto por el Gobierno en mayo.

La oposición no dudó en decir claramente que "la recesión es ahora oficial" y que a ella se ha llegado a causa de una política equivocada. El secretario general de la Unión Social Cristiana (CSU) bávara, Thomas Goppel, dijo que las reformas laborales y fiscales aprobadas el miércoles por el gabinete son "mediocres y no presentan ninguna solución".

El nuevo retroceso del PIB alemán tuvo que ver sobre todo con la alta cotización del euro, que frena las exportaciones de las que tanto depende la economía alemana. En ello influyó también la huelga de la metalurgia en el este del país, que frenó la producción de automóviles. Otros factores fueron la guerra de Irak y la epidemia de SARS.