La economía española pegó un brusco frenazo en el primer trimestre y existe coincidencia en la opinión de que en los próximos trimestres la desaceleración será aún más pronunciada. Según los datos avanzados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el producto interior bruto (PIB) creció entre enero y marzo el 0,3% respecto al trimestre anterior y el 2,7% en tasa anual.

En un año se ha pasado de crecer al 4,1% (a principios del 2007) al 2,7%, y el vicepresidente económico, Pedro Solbes, no tuvo más remedio que reconocer que ha habido una "caída importante" y que España pasa por una "desaceleración clara y se puede decir que profunda". Los motivos están en la intensa caída del consumo privado y de la inversión residencial, pero también ha aflojado la inversión empresarial en bienes de equipo, según el Banco de España.

La tasa de crecimiento del 2,7% no solo es la más baja desde el 2002, sino que anticipa otras mucho más bajas en lo que queda de año. Algunos analistas ya ven en los datos del segundo trimestre indicios de estancamiento económico (crecimiento cero) e incluso de recesión (tasas negativas), como atisba el jefe de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros, Angel Laborda.

Solbes opinó que el dato difundido ayer por el INE "no es ninguna sorpresa" y que "es compatible" con la previsión oficial de lograr un crecimiento medio del 2,3% en el conjunto del año. El Gobierno confía, sobre todo, en la evolución del sector financiero. Pero "si los precios del petróleo, los alimentos y las tensiones financieras evolucionan peor, pues, lógicamente, todo eso puede acabar teniendo un impacto sobre el crecimiento", admitió Solbes. En Bruselas, el ministro atribuyó la ralentización "fundamentalmente" a la "evolución del sector inmobiliario, que se va ajustando más rápidamente de lo que al principio habíamos previsto".

MAS NEGATIVOS La mayor parte de los analistas son más negativos y su pesimismo avanza por semanas, a medida que se conocen nuevos datos parciales sobre la evolución de la economía. Expertos consultados por Efe justifican el empeoramiento de sus expectativas por el deterioro de la confianza empresarial y de los consumidores, que hace caer la inversión y el consumo, la restricción del crédito y un aumento mayor del desempleo por el ajuste de la construcción.

Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales, calificó de "brutal" la desaceleración, que hará que el crecimiento anual esté "por debajo del 2%". Laborda es más pesimista y estima una tasa anualizada de poco más del 1% para el conjunto del 2008. Además, a partir de los datos sobre paro y afiliación a la Seguridad Social, producción industrial y ventas interiores, Laborda concluye que "el PIB estaría ya en tasas negativas".