La economía española moderó su caída en el tercer trimestre del año, periodo en el que retrocedió el 0,3% en relación con el segundo, lo que situó en el 4% el descenso en tasa interanual, según el indicador avanzado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La contracción de la economía en el tercer trimestre de este año, del 0,3%, es ocho décimas inferior a la registrada en el segundo cuando cayó el 1,1%, mientras que el descenso anual, del 4%, es dos décimas inferior al registrado entre abril y junio.

Según el INE, entre julio y septiembre la economía moderó su contracción debido a una contribución menos negativa de la demanda nacional y a la aportación positiva del sector exterior.

SIGUE LA RECESIÓN

Así, según los últimos datos del INE la recesión sigue instalada en la economía española, que acumula cinco trimestres consecutivos de caídas, dato que deberá ser confirmado el próximo día 18 cuando se conozcan las cifras definitivas y detalladas de la evolución del PIB.

Los datos difundidos hoy por el INE se aproximan a los avanzados el pasado 29 de octubre por el Banco de España, que pronosticó una caída intertrimestral del 0,4% y un descenso del 4,1% en tasa anual.

No obstante, el Banco de España precisó que en el tercer trimestre de este año el descenso fue el menos pronunciado desde el inicio de la crisis.

MEDIDAS DE ESTÍMULO

El organismo regulador atribuyó "parte" de esta moderación de la caída a las medidas de estímulo del Gobierno, y en concreto citó el Plan 2000E para la ayuda a la compra de coches y el Fondo Estatal de Inversión Local, aunque advirtió de que estas iniciativas son transitorias.

La economía española creció por última vez en términos trimestrales entre enero y marzo del 2008, y en el segundo trimestre de ese año se paró, para empezar a caer en los periodos sucesivos.

El Banco de España apuntó que en el tercer trimestre se prolongó la debilidad del consumo de los hogares, aunque la caída es "de forma inequívoca" menos intensa, del 4,9%, según sus cálculos.

CONSUMO PRIVADO

El consumo privado adolece todavía, añadió, de factores "muy potentes" que lo reprimen, especialmente la destrucción de empleo y su repercusión en las rentas familiares y el "negativo efecto riqueza" que provoca la bajada de los precios de la vivienda, el principal activo de los hogares.

La mejora de la economía va en línea con un contexto exterior cada vez más favorable, sobre todo, gracias a que algunos de los socios comerciales de España, como Alemania y Francia, han vuelto ya al crecimiento.