No puede ser lo mismo tener un fondo público que garantice los depósitos de los clientes bancarios, pongamos que hasta 100.000 euros por titular, y que ese fondo no tenga ni un euro --como es el caso de Italia--, que garantizar 20.000 euros por titular, pero que ese dinero esté totalmente desembolsado en el instrumento constituido para afrontar las quiebras.

Esa es la situación del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español. Lo que lleva al Ministerio de Economía a considerar que no es necesario aumentar esas garantías, por que el FGD es ya el mayor dotado de la Unión Europea (UE), con más de 6.000 millones de euros contantes y sonantes, frente a los cerca de 2.000 millones de euros del segundo, que es Francia. El sistema bancario español supone el 40% del total de los fondos de cobertura de la UE. El Gobierno defenderá esa postura el lunes en la reunión de ministros de Economía de la UE, donde previsiblemente se abordará una revisión del sistema de garantías.

FALTA DE SENTIDO Ni para el Ejecutivo ni para las asociaciones patronales --AEB y CECA-- tiene sentido reclamar que se incremente la dotación del fondo español, "porque no es necesario y porque el FGD actúa de manera preventiva", afirman fuentes de la AEB. Lo que supone que en caso de quiebra de un banco, ese dinero se utiliza para el rescate de la entidad antes de que deban verse comprometidos los depósitos de sus clientes, como ocurrió en el caso de Banesto.

El presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, se mostró contrario a que se realice un aumento del FGD "en un momento en que se piense que es para evitar un riesgo", y calificó el sistema financiero español como "el mejor del mundo". Quintás no rechazó de plano esta posibilidad si se extiende el sistema de garantía español a otros países europeos, de forma que las entidades europeas realicen las aportaciones para garantizar los depósitos con anterioridad a que se produzcan eventuales problemas, y no después, como sucede en muchos países.

Pese a la posición sin fisuras del sector, ayer sindicatos y consumidores se sumaron a la ofensiva para que España incremente el volumen de depósitos asegurados. Tampoco el portavoz económico del PP, Cristobal Montoro, contribuyó a extender la calma al destacar que aunque el sistema español es solvente, "todo es relativo" porque bancos y cajas están sujetos a una internacionalización ante la que "existen diques" y recordó el fuerte aumento de la morosidad.