La economía sumergida representa el 30% del producto interior bruto (PIB) de Italia y permite paliar los efectos de la inflación. Este es el resultado de un estudio realizado por Eurispes, un ente especializado en analizar los efectos sociales de la economía.

El presidente de Eurispes, Gian Maria Fara, declaró que ese dato supone que "cada familia italiana tiene un 30% más de ingresos de los que oficialmente constan". Fara descarta que se produzca una recuperación de la economía, que se encuentra en recesión.