Cuando el déficit de Estados Unidos rozó el medio billón de dólares el año pasado, hizo añicos los récords. Ayer, incluso esa cifra se quedó pequeña. La Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO por sus siglas en inglés) hizo públicas sus previsiones para el 2009 y situó las expectativas en cotas nunca vistas: cerca de 1,2 billones de dólares de déficit (casi 880.000 millones de euros).

La cantidad representa el 8,3% del producto interior bruto de EEUU, un porcentaje sin precedentes desde el final de la segunda guerra mundial y que deja pequeño el 6% al que Ronald Reagan se enfrentó en 1983. Además, muestra el fuerte impacto en la economía estadounidense de los programas de rescate público de los sectores inmobiliario y financiero. La ayuda a Freddie Mac y Fannie Mae suman de momento 240.000 millones de dólares a la cifra.

Esta aún será mayor, especialmente porque el presidente electo, Barack Obama, quiere iniciar su mandato con un programa de estímulo económico --bautizado Plan Americano de Recuperación y Reinversión-- que supondrá inicialmente más gasto público y menos entrada de ingresos dados sus propuestos incentivos fiscales. Obama ha cifrado en al menos 800.000 millones de dólares el monto de ese paquete de estímulo en los dos próximos años, lo que podría aumentar el déficit de los 1,2 billones previstos a los 1,6.

"Sabemos que el Plan de Recuperación y Reinversión añadirá necesariamente más", dijo ayer Obama en una rueda de prensa en Washington, en la que defendió adoptar medidas costosas a corto plazo si ayudan en el medio y el largo. "A no ser que tomemos acciones decisivas --añadió-- los déficits billonarios serán una realidad durante años, incluso después de que nuestra economía se recupere".

La oficina presupuestaria del Congreso incluye en su informe previsiones sobre crecimiento económico y las de los dos próximos años son graves: para el 2009 se anticipa una contracción del 2,2% y aunque en el 2010 se prevé crecimiento, este será de un anémico 1,5%. Además, la CBO ha puesto sobre el papel un aumento de casi el 9% en la cifra de desempleados para cuando acabe el año.