El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, se mostró optimista ayer ante los efectos de las ayudas gubernamentales de 2.000 euros en la venta de coches. El ministro pronosticó "una fuerte desaceleración" del descenso de las ventas para este mes, que podrían llevar las matriculaciones a retroceder cifras de solo dígito (en abril cayeron 44,2%; y en mayo, el 38,7%).

Al optimismo de Sebastián se sumó la asociación de vendedores Ganvam, que asegura que este mes será el de la "inflexión". Sin embargo, el ministro cargó contra Madrid, La Rioja y Murcia, que aún no se han sumado al plan (aunque previsiblemente Murcia lo hará esta semana). "Vamos a ser el único país de Europa donde cada región va por separado en ayudas", apuntó.

El ministro anunció que defenderá con "uñas y dientes" el futuro de la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza), y que por ello se reunirá el jueves con uno de los compradores de Opel, el Sberbank, y que hará lo mismo con el consejero delegado de General Motors Europa, Carl-Peter Forster, "próximamente". El Gobierno alemán concedió ayer los primeros 300 millones a la firma. Sebastián también anunció que se "sentará" con el sector de las dos ruedas tras conocerse que las ventas de ciclomotores y motocicletas cayeron en mayo un 47% respecto a un año antes.