Los efectos económicos y sociales de una guerra en Irak y la recuperación de la confianza en las instituciones económicas son los dos grandes debates que acaparan el Foro Económico Mundial de Davos que ayer se inició en la estación alpina de Suiza. La preocupación por la fragilidad económica provocó que los líderes económicos mundiales alertaran sobre que una guerra con Irak detendría el débil crecimiento actual.

"La incertidumbre pesa en la evolución económica y en la voluntad de la gente de desarrollar nuevos proyectos", comentó Bertrand Collomb, director general de la francesa Lafarge. Los participantes en la sesión inicial pusieron de manifiesto que en un mundo en el que el crecimiento está estancado en las tres principales economías mundiales, Estados Unidos es el país que más puede contribuir a reconducir la situación, pero que esa contribución está en duda en estos momentos por la amenaza de guerra. "Contemplamos riesgos, ciertamente la guerra merodea en Oriente Próximo y puede provocar un claro retroceso", afirmó Gail Fosler, economista jefe del Consejo de Negocios norteamericano, organismo independiente.

LA CRISIS EN EL GOLFO

La situación de Irak también se abordará desde una perspectiva política. La organización ha previsto la participación de nueve "líderes políticos" iraquís en los debates. Los invitados, algunos de los cuales viven y trabajan en Irak, abordarán las expectativas de democratización del país.

Aunque durante la sesión de ayer se pusieron de manifiesto visiones contradictorias sobre la recuperación económica mundial, hubo más coincidencia sobre las pocas expectativas de crecimiento en Europa. El estancamiento de Alemania, país que representa un tercio de la economía continental, tendrá repercusiones negativas para el resto de Europa y disuadirá a los británicos de sumarse al euro, según Jürgen von Hagen, profesor de economía del Centro de Estudios de Integración Europea de Bonn.

Dado el alto crecimiento británico, "el Reino Unido no tendrá ningún interés en unirse a una divisa de una región tan débil" y algo parecido cabría decir de Suecia, pronosticó el experto. Añadió que Alemania necesita una profunda reforma de su mercado de trabajo y en su "sistema de transferencias sociales", de forma que se premie a la gente que trabaje y no se estimule el paro.

LULA, EN EL FORO

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, participará mañana en el foro con la idea de mostrar que "otro mundo es posible" y se debe reducir la brecha entre países ricos y pobres. "Davos necesita escuchar a Porto Alegre", afirmó el mandatario en un mensaje divulgado hoy.

Lula será el único presidente que participará en los dos foros considerados antagónicos, el de Davos, que anualmente reúne a gobernantes, empresarios y multinacionales, y el de Porto Alegre, que desde el 2000 congrega en la ciudad del sur de Brasil a las organizaciones que se dicen enemigas de la globalización.

RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL

Tras las evidentes manifestaciones de rechazo de este movimiento a los organismos e instituciones económicas mundiales, Davos ha introducido un contenido más social en sus planteamientos. Klaus Schwab, director general del foro, pidió a las empresas que asuman una mayor responsabilidad en la resolución de "los grandes problemas sociales". Schwab señaló que las multinacionales deben mostrar su capacidad de liderazgo en tres ámbitos: "ser competitivas, respetar las reglas de buena conducta y deben tener conciencia ciudadana".