El inesperado acuerdo alcanzado por el PP de Madrid, IU y la federación de servicios de CCOO, Comfia, para controlar Caja Madrid ha dado nuevos argumentos al Gobierno para cargar contra el PP. "Su deseo, intención o voluntad de eliminar cualquier interferencia política en las cajas de ahorro casa mal con lo que hemos leído de que Caja Madrid aceptará la propuesta de presidente que haga el presidente del PP", atacó ayer la vicepresidenta Elena Salgado.

El pacto ha dejado descolocado al alcalde de Madrid, principal apoyo del presidente de la caja, Miguel Blesa, frente a Esperanza Aguirre. Alberto Ruiz-Gallardón se limitó a apoyar un "consenso amplio" para garantizar la estabilidad de la entidad.