La edad media en la que los españoles comienzan a cobrar su pensión se sitúa en estos momentos en los 63 años y 10 meses. Para asegurar el mantenimiento del sistema a medio y largo plazo, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero estudia diversas alternativas con el fin de prolongar la vida laboral de los trabajadores y retrasar, así, el pago de las prestaciones. Entre ellas está la limitación de las prejubilaciones: las empresas que presentan beneficios no podrían recurrir a ellas, y si lo hicieran, deberían compensar a la Seguridad Social. No es la única de las propuestas que el Gobierno tiene sobre la mesa. Según fuentes del Ejecutivo, otra idea es incentivar a los trabajadores que quieran continuar de forma voluntaria en el mercado laboral una vez superada la edad legal de jubilación, compensando esta decisión con incrementos en la pensión.

Una tercera posibilidad sería mejorar el actual sistema de jubilaciones parciales y permitir a los trabajadores de edad avanzada seguir en su puesto a tiempo parcial compaginando sueldo y pensión.

Según el Instituto Nacional de Estadística, la población mayor de 64 años se duplicará en 40 años y pasará a representar más del 30% del total, mientras que el grupo de ciudadanos en edad de trabajar perderá más de medio millón de efectivos, y supondrá el 52,7% del total.