Qué cambios habrá en la dirección de la Confederación Europea de Sindicatos? ¿Tendrá más poder el presidente?

-- La representación institucional será mi responsabilidad en colaboración con el secretario general. El horizonte de trabajo de los próximos cuatro años será singular porque se aprobará la Constitución europea y la reunificación con la ampliación.

¿Le preocupa ampliar la Unión Europea? -- Sería un error pensar que los problemas de competitividad se pueden agudizar con la incorporación de estos países a la UE. Los incentivos a las inversiones productivas necesitan unas reglas de homogeneidad y transparencia. El problema en el medio plazo no estará en las diferencias salariales, sino en el nivel de cualificación profesional, que determinará el destino de las inversiones.

Pero a corto plazo hay demandas de más flexibilidad laboral. -- Ampliar la temporalidad no es el camino. Es una visión muy a corto plazo. Estamos abiertos a la negociación basada en la estabilidad y la participación de los trabajadores en las empresas.

¿Hay peligro de contagio a España de las reformas de las pensiones de otros países? -- Esa pretensión está explícita en un documento del 2001 que nosotros no firmamos y ahora la reforma está paralizada. Hay que ver si es acertado o no el planteamiento de algunos países europeos, porque el problema que tiene Europa es de crecimiento y las previsiones de la cumbre de Lisboa no se han cumplido. Se hacen imputaciones sin fundamento al modelo europeo y se pone como referente el modelo de EEUU, que tiene alta productividad pero un déficit comercial colosal. En Alemania hay que entender los motivos de la reforma, aunque no comparto las medidas de Schröder. La apreciación del euro perjudica las exportaciones del país. Estos gobiernos adolecen de un exceso de coyunturalismo que les lleva a tomar determinaciones erróneas, injustas que tienen como consecuencia tensiones sociales.

En la última campaña electoral, las pensiones han vuelto a aparecer en los mítines políticos. -- El modelo del Pacto de Toledo ha quebrado por los abusos del Gobierno del PP. No se ha cumplido el principio de sustraer las pensiones del debate electoralista. Empezando por la campaña publicitaria del señor Zaplana y el uso burdo pero eficaz electoralmente del señor Aznar, que ha imputado graves acusaciones a un partido firmante del Pacto de Toledo. Nosotros hemos tomado la determinación de pedir una clarificación a los partidos, que no se pueden esconder en un consenso ambiguo. Queremos definir un compromiso de progreso identificando qué se plantea en las pensiones. La disyuntiva es fácil: se considera que el sistema de pensiones es un pilar fundamental del Estado del bienestar que hay que reforzar o bien es un factor de competitividad y se quiere utilizar para competir con otros países. El Gobierno está utilizando la Seguridad Social para financiar sus rebajas fiscales para los sectores más pudientes de la población.

¿Qué propondrán? -- Nuestro planteamiento es abierto y empezaremos a trabajar a partir del mes de septiembre hablando con los partidos progresistas y nacionalistas con sensibilidad social en base a varias propuestas: mejorar la cuantía de las pensiones mínimas, la garantía del derecho a la prejubilación para los trabajadores mayores de 52 años de pymes, y la posición, incluida la del PP, sobre la ampliación del periodo de cálculo. Consideramos que hay que mantener el periodo de 15 años y facilitar al trabajador que elija los mejores porque ya se ha hecho un esfuerzo al subir de ocho años.